martes, 8 de marzo de 2016

Ciudad de las Artes y las Ciencias


La idea preponderante del proyecto era recuperar una zona postergada de Valencia, así como brindarle carácter al parque lineal que se extiende a través de la ciudad. El proyecto sería un eslabón dentro de una cadena que tenía como objetivo dar un salto hacia el tercer milenio.
La serie de cinco edificios proyectados para ésta ciudad cultural se adhieren a la linealidad del eje. Acompañan el sentido del mismo y brindan grandes espacios abiertos y públicos. Además, suman elementos característicos valencianos.
A lo largo de casi dos kilómetros, y con una superficie de 350.000 metros cuadrados, el proyecto lleva el sello inigualable de Calatrava. Muchas veces nombrada como “una ciudad dentro de una ciudad”, la creación del arquitecto valenciano causa asombro y sorpresa.
Respetando la tradición mediterránea del mar y la luz, el color azul y el blanco se funden junto con la arquitectura pseudo-futurista del autor. La antigüedad y tradición de la ciudad dan lugar a éstas monumentales esculturas modernistas.
Cada uno de los edificios proyectados tiene su propio concepto y responde a diferentes funciones. Sin embargo, todos están trabajados con los mismos materiales o los mismos colores, por lo cual se puede entender el proyecto como un “todo”. Además, grandes espejos de agua unifican todas las partes y le dan un sentido común a la obra.

Museu de les Ciéncies Príncipe Felipe: Su diseño está basado en la repetición asimétrica de la estructura con forma de costillas. Estas costillas metálicas blancas están unidas mediante elementos horizontales longitudinales que envuelven la fachada acristalada. Como suele repetir Calatrava en sus diseños, la estructura es el elemento protagonista y queda siempre a la vista.
L’Oceanográfic: El edificio emblema del oceanográfico está constituido por paraboloides hiperbólicos construidos en hormigón, y su forma simula un nenúfar. Esta cáscara envuelve muros vidriados que son el cerramiento del volumen.
L’Hemisféric: El edificio consta de una estructura de hormigón armado excepto la cubierta que es metálica, asentada sobre una cimentación a base de pantallas y losas de gran canto. La esfera está compuesta de hormigón gunitado sobre estructura formada por meridianos metálicos. La rigidez de la estructura se logra mediante los muros de hormigón armado que cierran la esfera por la zona de acceso, y a través de los forjados de las distintas plantas y de las vigas inclinadas del graderío.
La cubierta metálica está compuesta por cinco arcos rebajados de sección cajón que se apoyan en sus extremos sobre trípodes de hormigón armado en sus extremos. Los arcos están unidos entre sí mediante perfiles laminados y vigas cajón curvas.
Los materiales de revestimiento se utilizan buscando el equilibrio entre las superficies de hormigón y el uso del edificio: Pavimentos de granito con diferentes formas y tratamientos, moqueta en paramentos de la sala y estanques, "Trincadis" en la bóveda de hormigón y estanques, y carpintería de acero inoxidable.
Palau de Les Artes Reina Sofía: La cubierta o “pluma” es el elemento estructuralmente más espectacular con 230 metros de longitud y más de 70 m. de altura mientras las dos “cáscaras”, que abrazan el edificio exteriormente, están construidas en acero laminado con un peso aproximado de 3.000 Tn. revestidas por el exterior con recubrimiento cerámico. Las dimensiones envolventes máximas del edificio teniendo en cuenta las formas curvas que las conforman son 163 m. de longitud y 87 m. de ancho.
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